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Surviving entrepreneurship

Mujeres en la nación sin filtros: 3 historias de fracaso emprendedor

Karla Huerta, Liza Durón y Verónica Del Castillo nos comparten sus historias de fracaso para el primer evento de Mujeres sin Filtro en CDMX.

By:
Perla Buenrostro
January 19, 2022
Mujeres en la nación sin filtros: 3 historias

¿Qué pasaría si un día las mujeres despertamos en un territorio donde podemos ser auténticas, vulnerables y sin tapujos? La realidad (y no la ficción) nos ha hecho justicia y en una nación, o mejor dicho, en un proyecto apoyado por el Banco Interamericano de Desarrollo llamado Mujeres Sin Filtro, mujeres podemos hablar, compartir y sucumbir a la tentación de revelar nuestros más oscuros secretos: nuestros fracasos.

Karla Huerta, Liza Durón y Verónica Del Castillo fueron un deleite en el escenario del evento Kick Off que abre una serie de eventos y comunidad digital. Exitosas, versátiles y con muchos seguidores pensaríamos que su camino empresarial está tapizado de aciertos. La realidad es ciertamente otra. Sus desazones las han transformado y forjado.

Karla Huerta

Empresaria, emprendedora y primera Directora de Jóvenes Emprendedoras de AMMJE

Atleta de alto rendimiento y con gran carisma, Karla se enfrentó al rechazo de su familia desde muy joven, machismo y abuso, pero eso no la detuvo a seguir su sueño.

Yo desde niña soñaba con ser empresaria.”

Impedida para estudiar y formarse profesionalmente y con el corazón roto por la incomprensión de sus más cercanos quienes le exigían cumplir con estereotipos de género, Karla tuvo que convencer con engaños a su madre para estudiar una carrera aceptable para la familia.

“Después de algunos años mi madre se da cuenta que la había estado engañando y que yo estaba estudiando una carrera de verdad. Un día regreso a mi casa y me encuentro con mis cosas fuera y la noticia de que ya me habían corrido.”

Con la confianza destrozada y deseosa de un modelo a seguir, recurrió a una prima quien se había salido del molde familiar pues era autónoma económicamente y además, empresaria.

Karla se asocia con su prima para llevar la marca de chamarras que había fundado. Pronto obtienen un contrato con American Express: 50 chamarras que para su sorpresa serían obsequiadas a los influencers más renombrados del momento. Todo lo que una marca sueña lograr, enfatizó Karla.

“¡Imagínense 50 personas poderosas hablando de nuestra marca! Mi prima se volvió loca porque todos los medios anunciaban que yo era la dueña de la marca(…) De repente, mi cara salía por todas partes.”

Pero toda aquella fama y fortuna se esfumaron rápidamente. A pesar de tanto trabajo y entrega, Karla ya no pertenecía más a la empresa. Los celos de su prima, la falta de sororidad, el spot que Karla ocupaba provocaron que su propia familia, otra vez, le diera la espalda y la dejara sin ingresos.

Karla hoy reconoce que no tuvo las conversaciones difíciles con su prima, no hubo un acuerdo de sociedad y mucho menos de salida.

“Estamos acostumbrados a hablar de lo bonito, del ‘¿Y si somos millonarios, qué hacemos? ¿Cómo lo repartimos?’, pero nadie habla del ‘¿Si nos peleamos, quién nos ayuda a mediar conflictos? ¿Quién nos asesora?’.”

Liza Durón

Fundadora de Srita Confeti

La más ´perra´, ganadora, desafiante pero con inseguridades, así se identificó y abrió su participación Liza Durón, Fundadora de Srita. Confeti, en el lanzamiento de Mujeres Sin Filtro.

Godín (oficinista) asumida y contenta, Liza empezó a coquetear con la idea de emprender pues sentía un vacío por ese estilo de vida, pero no quería hacerlo sola. Una amiga de aquel momento y su entonces pareja parecían los compañeros idóneos para la aventura emprendedora; Liza estaba lista para experimentar.

Su emprendimiento iba a flote. Con altos y bajos, Liza empezó a brillar mucho dentro de la empresa y empezó a creerse superior y que estaba “salvando al mundo.”

“En una jugada chueca, al ir a una conferencia al extranjero, regresé y la empresa ya no me pertenecía. Yo confié. Les dejé mi ID, firmé unos papeles en blanco y de repente yo ya no tenía nada.”

La traición no solamente había sido profesional sino también personal. Sin dinero, sin casa, Liza tenía que empezar de cero. Le dolía la idea de pensar que el emprendimiento sólo le había dejado un miedo profundo al fracaso y a la burla.

Duras fueron las lecciones y el gran ejercicio de humildad al que tuvo que enfrentarse para empezar desde abajo otra vez. Fue una época en la que Liza pudo encontrarse a sí misma y reconstruirse.

“Busqué oportunidades donde antes las rechazaba por ego, soberbia y envidia. Tuve que pedir favores a personas que jamás imaginé. Me tendieron la mano y ese fue un segundo golpe de humildad.”

Liza volvió al mundo Godín con otra mentalidad, compartiendo con más y nuevas personas que le hicieron ganar su confianza de nuevo. Estaba lista para volver a emprender: Srita. Confeti fue su siguiente proyecto, para seguir empoderando mujeres.

“Aprendí a que con los amigos es complejo hacer sociedad. Primero hay que conocer bien a las personas, marcar límites muy claros y sobre todo si hay temor de vivir controlado por el dinero y trabajar bajo la pauta de otras personas, asegurarse de hacer ese dinero para no depender, así tome más tiempo arrancar.”

Verónica Del Castillo

Periodista, conferencista y escritora

Verónica es una periodista consagrada, procedente de una familia muy afamada en México y en Hispanoamérica. Por aquel entonces, cuando se cocinaba su historia de fracaso, era una de las conductoras estrellas de Telemundo. Cubría los acontecimientos más importantes desde su sede en Miami; alfombra roja, viajes y celebridad eran su día a día.

Verónica se identifica como sanadora por lo que con un contexto familiar de codependencia y fallecimientos muy cercanos decide ayudar a las personas con uno de sus talentos más poderosos: la comunicación.

Con apoyo de su papá y un equipo de trabajo lanzó su programa Los Huevos No son Al gusto: Despierta Sin Censura, donde entrevistaba a grandes personalidades del espectáculo para hablar de salud mental y prevención de adicciones. Verónica pensaba que por ser una figura pública y estar al aire, su proyecto tendría las puertas abiertas.

“Toqué puertas de diferentes empresas y patrocinadores esperando su apoyo. Pero me dieron la espalda, pues no querían relacionarse con esos temas tan densos y oscuros. Ninguna marca quiere que se les vincule con la depresión, el alcoholismo y el suicidio.”

Verónica se había encontrado con un enorme tabú sobre la salud mental por parte de empresas que incluso se decían ser socialmente responsables. Para ella, le había fallado a su equipo, y a sí misma, a pesar de su creatividad, buenos invitados, relaciones y dos años de invertir más de 100 mil pesos, Verónica se dió cuenta que no sabía cómo administrar ese negocio y venderlo.

Como cereza del pastel, justo en esos momentos su hermana se había reunido con el narcotraficante más buscado del mundo.

“Una hermana saca su podcast para prevención del delito y adicciones, mientras que la otra está entrevistando a El Chapo para hacer una película de su vida.”

Verónica tuvo incluso propuestas de políticos para tener injerencia en su programa a cambio de dinero, pero no sucumbió a esa posibilidad.

El trago fue amargo, pero aprendió una de las lecciones más importantes en el mundo del emprendimiento.

“El talento, los followers y los contactos no son suficientes. Es importante tener un plan de negocios, calcular un punto de equilibrio y consultar a expertos en desarrollo de negocios y marketing.”

El Proyecto de Mujeres Sin Filtro es una propuesta innovadora, sanadora y audaz para que mujeres de toda América Latina y a nivel global nos empoderemos con herramientas en resiliencia, storytelling y comunidad alrededor del fracaso.

Aquí puedes consultar nuestro próximo evento, o si lo deseas, puedes llevar el modelo de Mujeres sin Filtro a tu ciudad o en tu empresa, contáctanos aquí.

Editado por Ricardo Guerrero


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Ricardo Guerrero

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